viernes, 27 de abril de 2012

Capítulo 4


Hace tres semanas en un lugar de la ciudad.
María ha salido muy disgustada de su casa. Ha reñido con su madre por culpa de sus hermanos. No les aguanta, cada día menos. Ha dejado a su madre con la palabra en la boca y se ha ido corriendo de casa. No aguantaba ni un segundo más allí metida. Va caminando por el parque cuando ve a Alex. Intenta esquivarle pero este se da cuenta y la saluda.
¿Me intentas evitar empollona?-dice el chico poniéndose a su lado.
No tengo el día capullo déjame en paz.
Se me olvidaba que te estabas revelando-dice sonriendo.
La chica se da la vuelta le mira a los ojos y el chico ve como una lágrima tras otra cae de sus ojos marrones.
¿Quieres vacilarme? ¿Reírte de mi?-pregunta la chica furiosa-venga adelante ¡Hazlo!
El chico la mira y no sabe que responderla. Está francamente mal. No sabe que hacer y en un impulso de su antigua forma de ser la agarra y la acerca contra su pecho para que llore. La chica no sabe muy bien como reaccionar pero en ese momento se olvida de lo mal que se a portado Alex con ella. El chico la abraza acariciándola el pelo y ella se deja llevar.
¿Estas mejor?-pregunta él preocupado.
Sí, gracias-responde ella-No sabía que tuvieras un lado amable.
Alex sonríe irónico-No me conoces, no me puedes juzgar.
Vaya juraría que eso has hecho tu conmigo-dice María secándose las últimas lagrimas que caen por sus mejillas.
No se te escapa una eh empollona.
Me gustaría que de vez en cuando utilizaras mi nombre-dice la chica suspirando.
A sus ordenes señorita María Fernández.
Anda si asta sabes mi apellido-dice sonriendo.
¡Por fin! Mira que te a costado sonreír. ¿Que te pasaba?
Que me pasaba…demasiadas cosas-responde agachando la cabeza.
Tengo toda la tarde para escucharlas. Si tú quieres claro-dice mirándola directamente a los ojos.
Dicen que es mas fácil contarle las cosas a un desconocido que a alguien que conoces de toda la vida y así le pasó a María. Le contó los problemas con sus padres, la pelea con una de sus amigas por Hugo y todo lo que en ese momento se le pasaba por la cabeza. Alex la escuchaba atentamente y esa misma noche cuando estaba apunto de acostarse, se dio cuenta que esa chica había empezado a despertar algo en él que hacía mucho tiempo que nadie despertaba. Era una chica normal. No destacaba. Pelo oscuro, ojos marrones casi negros que llamaban la atención y un cuerpo que ni decía ni dejaba de decir pero había algo en ella en su forma de ser que le hacía olvidarse de todo lo malo que había en su vida y sentirse casi feliz por un rato.
Poco a poco Alex y María se fueron llevando mejor. Quedaban en un pequeño parque a las afueras de la ciudad al que casi nunca iba la gente. Compartían confidencias sabían muchas cosas el uno del otro y asta Alex se lleva bien con las gomis ahora. Pero a él le gustaría ser algo más que un amigo y aunque no quiere estropear la amistad le cuesta estar cerca de ella sin besarla.

Una noche de domingo en la habitación de Alejandra.
Mira el reloj de la pantalla de su portátil 02:27.Lee su conversación del tuenti:
Juan: Me encantaría estar ahora mismo contigo...
Ale: ¿a si? ¿Por qué?
Juan: Lo sabes de sobra porque me ENCANTAS.
A la chica se la escapa una pequeña sonrisa al ver las mayúsculas.
Ale: Que exagerado ya será para menos.
Juan: No, creo que me quedo corto.
Ale: Y eso que, ¿se lo dices a todas?
Juan: No, se lo digo a la chica que más me importa…
Ale: Me la tienes que presentar algún día.
Juan: ¡Mira que eres boba!
Ale: Y encima me insultas. Así mal vamos. Me voy a dormir un beso te quiero.
Juan: ¿Ya? Pues entonces yo también me iré…Descansa Ale y sueña conmigo haber si así gano puntos. Un beso te quiero.
Ale apaga su ordenador con una sonrisa el la boca y es que cada conversación con Juan la hace sentir especial. La da pena por Daniel la forma de la que acabaron fue terrible y aunque volvieron después de aquella fiesta en su casa las cosas nunca fueron igual y Ale lo dejo definitivamente con él. Daniel la sigue queriendo y así se lo recuerda siempre que puede y eso a la chica la mata por dentro ya que quiere rehacer su vida y que el haga lo mismo para algún día poder volver a ser tan amigos como lo eran antes de empezar a salir juntos.

Esa misma noche en otro punto de la ciudad.
Virginia no puede creerse lo que está leyendo en la pantalla de su ordenador. Noe la está contando lo que a pasado entre María y Carla. Se enteran unos meses tarde pero ya entienden por qué María se niega a dirigirle la palabra a Carla.
Vir sabía que Hugo y María estaban juntos y que después de la fiesta en la que su amiga casi tiene su primera vez totalmente borracha decidieron darse una oportunidad y estuvieron tres meses mas pero nunca supo los motivos por los que dejaron de salir e incluso durante mucho tiempo de hablarse.
Vir: Ahora entiendo muchas cosas...
Noe: A tenido que ser un palo enorme!
Vir: Pues hombre tú me dirás que una de tus mejores amigas te mienta.
Noe: Pero la cosa es que después de liarse con Hugo el mismo día de haberlo dejado con María y de haber estado muy mal entre ellas, María la perdona y Carla la vuelve a joder liándose con Hugo con la excusa de que está enamorada de él..
Vir: No si lo mejor es que estando con Carla Hugo se liaba con Amanda y me metía indirectas de que estaba por mí…
Noe: No tiene arreglo este chico...Bueno cari marcho que me estoy quedando dormida. Mañana hablamos te adoro!
Vir: Vale cielo yo marcharé en un rato mañana hablamos. Te quiero.
Cuando su amiga se va del Chat, se queda pensando en todo lo que las está pasando. Para que luego digan que la vida de una adolescente no es complicada. Ella es muy reservada no la gusta mucho contar sus cosas pero la encantaría gritar a los cuatro vientos lo muy enamorada que está de aquel rompecorazones. Es una faena estar enamorada de alguien que no se fija en ti pero si ya es Hugo Gómez especialista en hacer llorar a las mujeres es mucho peor. Pero es inevitable no fijarse en aquel chico rubio de ojos castaños y sonrisa perfecta. Hay que estar muy loca para fijarse en él pero más todavía por no hacerlo.

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